Este espacio queremos dedicarlo a concientizar a las personas acerca de algunos
mitos realidades frente al suicidio que pueden obstaculizar la búsqueda de ayuda
oportuna. Además, brindarles señales de alerta que pueden ser identificadas en
Uds.; o personas que significativas de sus contextos relacionales mas próximos.
¿Qué significa una ideación suicida estructurada?
Todos los seres humanos hemos tenido ideas de hacernos daño en algún
momento de la vida, por ejemplo, pelearnos con alguien que amamos, tenemos un
conflicto en nuestro trabajo o contexto educativo. Sin embargo, estas son ideas
que van y desaparecen al disminuir el malestar emocional. El peligro de estas
situaciones es que la idea no se desvanezca y empecemos a construir un plan
para hacernos daño.
Algunas de las situaciones que pueden potenciar la construcción de una idea
estructurada de suicidio se relaciona con nuestros diálogos internos. Los diálogos
internos hacen referencia a los patrones de pensamientos que podemos tener
“son las conversaciones que cada persona tiene consigo misma, los cuales
pueden llegar a tener un impacto fuerte en nuestra autoestima, aumentando
nuestro sufrimiento emocional”.
Desafortunadamente en ocasiones el trato más maltratante que tenemos se da en
la relación con nosotros mismos, cuando cometemos un error, o alguna situación
no sale como la esperamos.
Mitos y realidades frente al suicidio
La poca información que se tiene socialmente frente a esta situación de suicidio ha
hecho que socialmente se construyen ciertas creencias que limitan y se convierten
en obstáculo para la búsqueda de ayuda, vale la pena ser conscientes de alguno
de ellos, debido a que facilita tener una respuesta oportuna y desde la empatía
con quienes atraviesan una situación de querer acabar con la propia vida.
Mito1:
Se cree que sólo las personas con una enfermedad mental grave son quienes
pueden cometer suicidio, es importante mencionar que el tener un trastorno de
salud mental como la depresión, puede ser un factor de riesgo para esta
problemática, sin embargo, ningún ser humano esta exento de estructurar una
ideación suicida, debido a que la vida nos puede exponer a situaciones de mucho
dolor, que en ocasiones sentimos que nos quedamos sin herramientas para
hacerle frente.
Mito 2:
Se piensa que el preguntarle a una persona si ha tenido ideas de hacerse daño,
puede evocar la conducta de cometer suicidio. Por el contrario, preguntar salva
vida y valida el sufrimiento emocional que esta experimentando la persona
“alguien vio mi dolor”, “alguien me ve”.
Mito 3:
Se tiene la idea de que una persona que estructura una idea de hacerse daño no
verbaliza estas intenciones. Esta creencia es falsa, estudios indican que de cada
10 personas que cometen suicidio 9 han manifestado en algún momento sus
deseos de terminar con su vida.
Mito 4:
El suicidio es un acto impulsivo, sin una planificación previa. Los estudios que se
han hecho frente este a fenómeno muestra que uno de cada cuatro personas que
han intentado cometer suicidio, han hecho una planificación previa de la situación.
Mito 5:
Socialmente se cree que quien habla abiertamente de sus intenciones acerca de
terminar con su vida, no lo hará, se cree que muchas veces son actos de
manipulación o control. Sin embargo, a este tipo de verbalizaciones es importante
poner atención, debido a que puede ser el puente oportuno para la búsqueda de
ayuda.
Mito 6:
Se cree que la persona que tiene una ideación estructurada de suicidio desea
morir; en muchas oportunidades estas personas han intentado dar soluciones a la
problemática que le está generando sufrimiento emocional sin éxito alguno. Con
frecuencia experimentan una ambivalencia de querer terminar con la vida, pero
también un deseo intenso de que pueda haber pequeños cambios para continuar
con ella (Merino, Gómez del Valle, Álvarez, Rozas & Triñañes, 2012).
Señales de alerta frente a cometer suicidio
Es importante tener en cuenta que pueden presentarse algunas alarmas frente a
la construcción de una ideación suicida estructurada, estas señales podrían ser
una petición de ayuda oportuna. Estar atentos puede proporcionar una
oportunidad tanto para las personas, como para los amigos y familiares.
– Verbalizar la intención de querer acabar con la vida.
– La persona empieza a aislarse socialmente, a dejar de participar en
escenarios que solía ser de disfrute, como espacios con amigos, familiares,
pareja.
– Sensación de desesperanza frente a la vida, a la construcción de horizontes
de futuro.
– Puede haber incremento de conductas de riesgo, como el abuso de alcohol
o consumo de sustancias psicoactivas.
– Se pueden presentar altos niveles de rabia o culpa hacia sí mismos,
sensación de ser una carga para los demás.
– Se ven alterados patrones relacionados con el sueño (dormir mucho o por
el contrario dificultad para conciliar el sueño) y la alimentación.
– Se ve afectado su rendimiento en las diferentes áreas de la vida: social,
laboral, educativo, actividades de tiempo libre, entre otros.
– Conversaciones repetitivas acerca de la muerte. (Merino, Gómez del Valle,
Álvarez, Rozas & Triñañes, 2012),
Si identificas estas señales en ti o en ser querido, no tienen porque vivir esta
experiencia en soledad, contacta con nosotros, en psicosanando nos gustaría
poder acompañar tu proceso.
Palabras claves: suicidio, ideación suicida, alarma, asilamiento social, salud
mental, búsqueda de ayuda.
Bibliografía:
Atienza Merino, G., Ferrer Gómez del Valle, E., Alvarez-Ariza, M., Rozas, M., &
Triñanes Pego, Y. (2012). La conducta suicida. Información para pacientes,
familiares y allegados.